domingo, 12 de abril de 2015

Leer en el transporte público

La última vez que intenté leer en el autobús fue un acto suicida. 

Saqué mi libro en cuanto me senté, el chofer arrancó y ¡pumm! mis pies volaban. 
Sentía que todas las vísceras se me despegaban y además tenía que agarrar mi bote de agua con todas mis fuerzas para que no rodara por el pasillo ja, ja, ja.
Fue un fracaso total.

Algo que también pasa seguido es que te subes al taxi, sacas tu libro pero el chofer te hace la plática y ya no pudes leer. Empiezan las preguntas tipo "ya va a empezar el calor, ¿verdad?" " hace 10 años éstos caminos no estaban así" "¿ya viene del trabajo o de la escuela?"

¡Oh no!
Así pasa cuando sucede ja, ja, ja, ja.

3 comentarios:

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  2. Puff... leer en el transporte público es de las cosas más extremas e incómodas para un lector.
    Cuando trato de leer en el bus, éste no para de moverse o a veces va un mundo de gente que es imposible leer a gusto. Y ni hablar de los chóferes de taxi jajajaja... te cuentan toda su vida y no nos dan la oportunidad de dar una pequeña leída a nuestro libro.
    Mis respetos para aquellos que logran leer en el transporte público.
    ¡¡Son ASOMBROSOS!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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